jueves, 20 de marzo de 2014

La magia del número 3

Una: yo.
Dos: contigo.
Tres: tú y yo, y nuestro destino.

Te vi bailar,
y tardé un segundo en volverte a mirar,
dos en saber
que no te puedo perder,
tres en que se me pegase
tu desenfrenado compás.

Te vi soñar.
Uno de tus sueños fue conmigo,
dos tardaste en olvidarme,
y en el tercero me necesitaste,
y yo no me pude negar.

Te vi mirar.
La primera vez a ninguna parte,
la segunda hacia mis ojos expectantes,
la tercera vez te apartaste
y yo volví a naufragar.

Te vi temblar.
Una vez fue llorando por quien no te supo valorar,
la segunda tenías frío y quisiste que te arropase,
la tercera porque tenías miedo a despertar.
Sin nadie.

Te quise amar
con una mirada,
con dos palabras,
con tres versos desafinados que solo tratan de encajar.

Y así pasan nuestros días,
contando hasta tres, para volver a contar,
para volver a darnos
una primera,
una segunda
y una tercera oportunidad.
Pero nunca, nunca parar...