domingo, 22 de febrero de 2015

"Por pasar, pasa la vida"

No pasa nada.
Todo en una mirada.
La tuya, clavándose en otros ojos,
otras palabras,
otras manos,
otra guitarra.
No pasa nada,
solo el tiempo en el reloj.

No comprendo nada.
Todo es fácil, menos tú y yo.
Eres como un precipicio
por el que nunca se termina de caer.
Créeme que lo que más duele es el viaje,
créeme, que lo mejor está al final.

Y lo mejor es que no hay final,
solo un principio constante,
y unas ganas de olvidarte
que siempre vuelven a empezar.

Y es que yo no quiero final
si no es un volver a encontrarte
para que vuelvas a inundarme,
pero no con tu silencio,
que ahoga más que un temporal:

Inúndame con las olas
que transportas en la mirada,
inúndame con los besos
que aún nos quedan por quemar.

Inúndame con tu presencia,
o clávame en el fondo del mar,
condéname si quieres
a otro invierno sin tu abrigo.
Me da igual dónde te vayas
y dónde me lleves,
pero prométeme siempre
regresar a estar conmigo.

Tú nunca estás en un puerto fijo:
a veces vas y vienes,
y a veces vienes y vas.
Es solo una cuestión de tiempo.

P.D: y tú no vuelves.