lunes, 28 de julio de 2014

Siendo

Te recuerdo
tal y como eras
el último verano
antes de este y del otro,
del anterior
y del pasado.

Eras oruga,
cuya piel es suave
pero muerde.

Eras ola,
que rápido viene
y pronto se va.

Eras el resplandor de la nieve,
que a la vez enfría y quema, inerte.

Eras el límite de un vaso
aún sin rebosar.

Eras la flor escondida,
el fuego encendido
y todo lo que a su paso se lleva.

Tenías en la boca un beso,
el corazón fugitivo
y en tu sonrisa una luna llena.

Llevabas en la mirada un nido
y en tu voz un canto
de amor y primavera.

Yo habría dado por curarte
mucho más de lo que tu amor quiso:
mis acordes, mis letras,
mi corazón, mi compromiso
y una vida, y media.

Eras, eras.
Mía
la tristeza
de cuando te ibas.
Esa que aún dejas.

Porque aún eres,
porque aún llenas
y aún hieres,
pero aún dejas
que te quiera,
y tú me quieres.

martes, 8 de julio de 2014

#Microcuento II

Cada día tengo más claro que
tengo muy claro que
quiero que tengas muy claro que
quererte es lo único que tengo claro,
¿y qué?
P.D: a lo Mónica Carrillo.