lunes, 23 de junio de 2014

"Marcas que hacen cicatriz"

¿Cómo no ibas a enamorarte de ella? ¿Cómo no ibas a hacer lo que fuera por intentar salvarla, o por intentar que te quisiera? ¿Y cómo no ibas a quererla? ¿Has sentido ese frío de cuando se marcha? ¿Y ese nosequé de cuando caminas hacia ella sabiendo que vas a abrazar sus curvas? Y luego rozas su piel, de madera, suave, lisa y fina. Y luego ves el amanecer posado sobre sus huellas. Y quieres cantarle una canción, pero ella termina embaucándote a ti. Cómo no vas a quererla, a querer verla sonreír con su boca, siempre abierta; a querer verla brillar al trasluz del sol que se cuela por la ventana y acaricia su espalda, que parpadea. El tono crema de su tez, sus ojos color miel, su torso puro de barro. Su voz de diferentes colores. La presencia que impone, la ausencia que deja. La tristeza de cuando tú no sabes qué decir ni ella qué responder. Y ella siempre tiene algo que decir, siempre una frase perfecta. La paz de abrazarla cuando está callada, el sostén de cuando acompaña en las horas más amargas, la alegría de cuando da vida al discurso de una buena racha. Ella es la que construye la banda sonora de mi vida, la canción con la que me despierto y la que me acuesto. Y cuando me seco nunca se da por vencida. Siempre cree en todo lo que yo digo, en todo lo que yo escribo, y le pone melodía. Hasta cansada y llena de hastío, cuando la veo sobre mi cama, tendida esperando que la roce, y a mí me sangran las manos y la voz de tanto amarla, aún sin ganas me mira a la cara cuando me tumbo junto a ella, sin apenas rozarla, y sabe acompañarme. Amoldada y perfectamente encajada a mis brazos cuando lloro. ¿Y cuándo se enfada? No sabes cómo decírselo. Tiene mal humor, y cuando estalla es mejor impedir que grite. Pero en seguida se afina de nuevo. Cómo puede transmitir tanta paz un cuerpo tan rígido. Cómo puede arropar tanto un cuerpo frío como el hielo. Y en el suelo, en la cama, en la silla…cualquier lugar es bueno, para amarla. Siempre tiene hueco para mí, sé que me espera, a cualquier hora. Y cuando la dejo abandonada…me perdona. Aún cuando me voy con otras. Aún cuando pierdo el tiempo en otras cosas. Ella me espera. Paciente y sosegada, casi como si estuviera muerta. Pero no, yo sé que no lo está. Está tan viva como mi voz, partida, de tanto amar el son de sus seis cuerdas enfurecidas.



miércoles, 18 de junio de 2014

"Cuanto más dura es la pena, más cargado viene el ron"

Llegó el verano y me hiciste
un nudo de plata en la garganta,
un atardecer de miradas
y en el estómago
mariposas.
Llegó el verano y me enredaste,
y me clavaste los ojos en la nuca y en el alma.
Creerás que no me doy cuenta,
pero siento viajar tus ojos
hasta sin girar la cabeza.
Torbellino de alcohol y suerte,
a mi juicio eres impasible,
imposible, quiero decir, imbatible
en tu desesperado intento de tenerme.
Me quieres cuando quieres,
cuando bebes no me quieres,
cuando quieres me bebes,
cuando quieres, me quieres,
si bebes.
Pero llegó el verano y dijiste que no.
Y a veces pienso que soy ese alcohol que hoy te domina,
y que algún día
tus heridas de dentro sanarán,
y ya no necesitarás
beberme para dejar de sangrar.
Y no sé qué será de mí.
Porque ojalá yo fuese para ti tan adictiva...