martes, 11 de diciembre de 2018

Tendré que inventarla

Si no existe,
tendré que inventarla.
Hallar la forma
de transformarte en recuerdo
a través de la palabra.
Tendré que recorrer
los andamios de la lengua,
el laberinto de los verbos,
el remolino de la gramática,
para alcanzarla.
Sin sucumbir al desencanto,
al desaliento
o a la simplicidad de acomplejarla
con imágenes vacías ya creadas,
con incendios que no se apaguen con besos.
Viajaré hasta el país de la metáfora,
iré a buscarla
a bares y hoteles
y ciudades sin paz,
entre multitudes de letras
y expresiones malgastadas.
La encontraré, tal vez,
mirando a la noche germinar
mientras el sol,
como un murmullo sin voz,
se consume incendiando el mar.
Y allí estará,
esperándome también,
la frase adecuada.
La oración exacta
que llegue a curarte
de aquel dolor,
y te haga volver.