Poesía. Para la libertad, para el invierno y para la inmensa minoría que quiera entenderlo.
lunes, 21 de abril de 2014
“Me estoy preguntando si te quedarás”
Te has despertado, y me has pillado mirándote. Me
has clavado los ojos, y yo casi me desmayo en una sobredosis de adrenalina al
ver tu sonrisa escondiéndose bajo la almohada. Luego te levantas y te dejas
caer sobre mí, y me abrazas, y parece que hasta vuelves a dormirte escondida en
mi cuello. Y yo te acaricio, y miro al techo, y me pregunto si se puede ser más
afortunada en la vida que viendo despertar al trocito de cielo aún sin contaminar que se acomoda en tu pecho. Entonces cierro los ojos y pido que se
pare el tiempo para siempre. Y entonces me despiertas, risueña: -¡buenos días,
mamá!-
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