lunes, 1 de octubre de 2018

Tus ojos

Te miro a los ojos
y veo florecer palmeras
en el desierto,
brotar agua en el mar,
futuros contigo.
Te miro a esos ojos
que siempre van a la deriva,
que posan la atención
sobre algún detalle
de la rutina,
y, de pronto, vivir
se vuelve incertidumbre.
Te miro a los ojos
mientras tú no me miras,
mientras lees el mundo
de carrerilla,
y no te dejas ninguna calle
por cruzar.
Paseas por el alma
de quien se fija en ellos
y no puede dejar de mirar,
como si tus ojos fueran faro,
y el resto barcos que claman tu atención
como mosquitos en la noche.
Te miro a los ojos,
y al brotar en ellos una lágrima
se te aclara el color,
como si de repente
abrieras la puerta
y dejaras el corazón al descubierto,
como si la sal de tu tristeza
fuera llave de tu alma.
No te dejas querer, ni cuidar;
tú te bastas.
Pero yo he visto a tus ojos
suplicar amor,
aunque tus labios lo negaran.
Y yo me he rendido ante tus ojos.
Ante la ciega esperanza
de ser la luz que tú buscabas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario