El invierno ha llegado
para instalarse
de forma definitiva
como puñales en mi cuerpo.
para instalarse
de forma definitiva
como puñales en mi cuerpo.
El frío se clava igual
que el silencio de tu mirada,
que tus palabras en flecha
queriendo rimar a la fuerza
contra mi pecho.
que el silencio de tu mirada,
que tus palabras en flecha
queriendo rimar a la fuerza
contra mi pecho.
Pero no,
no me atraviesan.
Simplemente...se quedan dentro.
no me atraviesan.
Simplemente...se quedan dentro.
Y me parten la voz,
y me paralizan,
y me desgastan la piel
y la vida
con su reverberante eco.
y me paralizan,
y me desgastan la piel
y la vida
con su reverberante eco.
Y yo
solo tengo miedo.
Miedo de que mi fuego no las derrita,
de que el olvido que las olvida
se olvide de olvidarlas a tiempo.
solo tengo miedo.
Miedo de que mi fuego no las derrita,
de que el olvido que las olvida
se olvide de olvidarlas a tiempo.
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