Fuiste otoño
disfrazado de verano,
lobo en piel de cordero,
lluvia refrescante
a orillas de la tormenta.
Tus pies buscaban caminos
por los que precipitarse
sin querer, si quiera,
que los siguiera;
sin despedirse se alejaban
por un camino húmedo,
lejano y oscuro
repleto de hojas y tierra.
Es octubre y hace sol,
un sol que no calienta
pero da calor,
perpetúa esta sensación
de quererte
como si aún estuvieras.
Anhelo el frío.
Espero el frío.
Ansío el frío.
Para reconocer tu ausencia
entre mis cosas
y aceptar de una vez por todas
que no vas a volver.
Poesía. Para la libertad, para el invierno y para la inmensa minoría que quiera entenderlo.
sábado, 6 de octubre de 2018
Ansío el frío
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