Hoy es 20 de enero
y el frío se ha instalado en mis huesos
igual que la soledad,
que deja nieve en recovecos
donde el sol no se atreve a asomarse
para derretirla,
donde el olvido se resiste
y nunca olvida
todas esas cosas que salen mal.
Cuando deje de llover
y empiece a nevar,
cuando deje de pensarte
y existas de verdad,
cuando el sol vuelva a calentar
y deje de recordarte
como un pasado insuperable,
y deje en tu orilla el barco varado
y empiece a caminar...
Quizá entonces la soledad caiga rendida
y la tristeza deje su crónica vacía,
y tu ausencia se parezca a esos sueños
de los que uno solo recuerda el despertar.
Quizá entonces, y solo entonces, quizá.
Pero de momento, y solo por el momento,
ojalá...
Ojalá que la poesía llene los vacíos.
ResponderEliminarOjalá que la noche nos indique el camino.
Ojalá que las lágrimas alivien las tristezas.
Ojalá que la palabra acompañe al solitario.
Precioso final :) gracias Victoria!! :)
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