martes, 20 de enero de 2015

Mi canción desesperada

Hoy es 20 de enero
y el frío se ha instalado en mis huesos
igual que la soledad,
que deja nieve en recovecos
donde el sol no se atreve a asomarse
para derretirla,
donde el olvido se resiste
y nunca olvida
todas esas cosas que salen mal.

Cuando deje de llover
y empiece a nevar,
cuando deje de pensarte
y existas de verdad,
cuando el sol vuelva a calentar
y deje de recordarte
como un pasado insuperable,
y deje en tu orilla el barco varado
y empiece a caminar...

Quizá entonces la soledad caiga rendida
y la tristeza deje su crónica vacía,
y tu ausencia se parezca a esos sueños
de los que uno solo recuerda el despertar.

Quizá entonces, y solo entonces, quizá.
Pero de momento, y solo por el momento,
ojalá...

2 comentarios:

  1. Ojalá que la poesía llene los vacíos.
    Ojalá que la noche nos indique el camino.
    Ojalá que las lágrimas alivien las tristezas.
    Ojalá que la palabra acompañe al solitario.

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