miércoles, 25 de noviembre de 2015

"When it moves you"

Lo nuestro duró una canción de jazz. No sé cómo explicártelo...sonamos tan bien juntos que hasta la música calló y el mundo se detuvo. Fuimos una sucesión de imágenes con banda sonora, una voz virtuosa, trompetas insurgentes, un piano descontrolado, una procesión de besos y de pasos de baile descompasados. La bailamos abrazados, y luego nos miramos clavándonos el amor en la sonrisa y en las manos. Y yo, que aún no te he dicho que no sé bailar, solo pienso en eso que tiene de bonito ver a dos pies izquierdos moverse, aún sin ritmo, acompasados. A dos que se entienden a la perfección y van contra el mundo, eso de mi idea sobre el amor: lo de que dos son mucho más que uno más uno. Pero parece que no, el amor no es eso. El amor no es nada. Y nosotros tampoco. Somos solo el uno y la otra restándose minutos de baile a corazón abierto hasta que acaba la canción. Y ojalá hubiera sido cierto. Así podría justificar mi dolor con un recuerdo. Y que no pueda dejar de escuchar esa canción todo el tiempo. Y ojalá tú y yo, y ojalá el amor. Y ojalá aún sonasen canciones de jazz en los bares.
P.D: a lo que pasa por la imaginación escuchando a Anthony Strong.

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